¿Qué viene después de que se termina una relación amorosa? Para Björk, “es una carta de amor al entusiasmo y el optimismo”. Su formidable y sombrío álbum “Vulnicura” de 2015 reflejó la ruptura de su relación de una década con el artista Matthew Barney, en canciones que transmiten un dolor casi paralizante y una furia que hierve a fuego lento, cargadas de cuerdas disonantes y dramáticas.
Sin embargo, su nuevo álbum “Utopia” valora la ligereza: ese aliento que da vida a voces y flautas; una atmósfera en la que vuelan las aves y estructuras y tempos que cambian libremente en vez de estar confinados a un solo ritmo.
“Utopia” es la versión más nueva de la fascinación de Björk por la manera en que pueden interactuar la naturaleza y la tecnología. Mientras lo grabó, leyó extensamente sobre utopías: tanto en estudios académicos como en cuentos y novelas a través de los siglos, desde fábulas antiguas hasta la ciencia ficción de la autora Octavia E. Butler.
“‘Utopia’ recorrió todo, desde monasterios hasta islas feministas, el socialismo y la ‘Primavera de azahares de durazno’”, dijo, en referencia a un relato de una comunidad aislada e idílica escrito en China en el siglo V.
La elección de Donald Trump en 2016 sólo fortaleció su determinación de visualizar la esperanza. “Si alguna vez el optimismo se sintió como una urgencia es ahora –expresó–. En lugar de lamentarnos y ponernos realmente furiosos, lo que necesitamos es aportar sugerencias respecto a cómo podría ser el mundo futuro en el que queremos vivir”.
“Se supone que este álbum sea como una idea, una sugerencia, una propuesta del mundo en el que podríamos vivir”, explicó.
La propuesta de Björk involucra “esa sensación post-Trump de que todo ha salido terriblemente mal”, señaló. “Y escapas a una isla, y hay muchas mujeres con niños, y todos están tocando flautas y están desnudos, y hay todas estas plantas que nunca antes habías visto, y aves que nunca antes habías escuchado, y orquídeas, y da esa sensación de aventurarse a un mundo nuevo”, explicó.
“Empecé a pensar acerca de este álbum como una ciudad en las nubes”, dijo. “No tiene gravedad. Está como flotando en el aire”.
Al igual que “Vulnicura”, el nuevo álbum apenas si se asemeja a la música para los playlists de la radio pop. Con frecuencia es densa y desorientadora, con capas contrapuestas de voz, flautas y sonidos percusivos. Las canciones son similares a la música de cámara y a la experimentación electrónica de Arca (Alejandro Ghersi), el músico electrónico que colabora con Björk en todo el álbum y quien creció con su música.
Arca, quien también ha trabajado en canciones para Kanye West, se unió a Björk de 51 años a la mitad de su labor en “Vulnicura”, y más tarde salió de gira con ella mientras trabajaba en sus esfuerzos como solista.
Mientras que muchos de los coproductores anteriores de Björk fueron reclutados para ayudarla a ejecutar sus ideas, “Utopia” se acerca más a una colaboración total.
“Lo que fue diferente era que Alejandro y yo nos estábamos fundiendo”, dijo Björk. “Era tan divertido que sentíamos que podíamos escribir 50 álbumes. Al principio nos sorprendimos mucho porque la brecha generacional es bastante amplia entre nosotros y luego nos dimos cuenta de que filosóficamente compartimos muchas cosas. Y hay un elemento optimista y celebratorio en la música de ambos que realmente nos agrada”.
El enlace entre “Vulnicura” y “Utopia” es “The Gate”, que Björk lanzó como el primer sencillo del nuevo álbum. Habla de cómo sanó la herida en el pecho que mostró en la portada de “Vulnicura” y cómo se convirtió en una puerta para el amor.
Aún hay algo de resentimiento y melancolía que persisten en canciones como la desafiante “Sue Me” y “Tabula Rasa”, y pensamientos más amplios de consuelo en “Loss”, una melodía triste bombardeada por un ritmo frenético.
Pero Björk quería que el álbum mirara hacia el futuro. “‘Vulnicura’ fue el final de un capítulo, y éste es el comienzo de uno nuevo”, afirmó.
Fuente Clarin
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