“Esta noche soy una estrella de rock and roll”, cantó Liam Gallagher al abrir su show en Lollapalooza 2018. El estribillo de “Rock`n`Roll Star”, un clásico de los primeros tiempos de Oasis, la banda a la cual le puso su voz y actitud, junto a su hermano Noel.
Una buena dosis de rock al caer la tarde. La posibilidad de disfrutar a una de las figuras del britpop de los '90. Fue un momento particular para el cantante. Su voz no estaba del todo recuperada. Se sintió por momentos molesto. En la semana, su sideshow en el estadio de Tortuguitas lo tuvo contra las cuerdas. Hasta reconoció en su cuenta de Twitter el mal momento que pasó y en donde pidió disculpas a sus fieles seguidores.
El menor de los Gallagher es un ganador de mil batallas, y gracias a su personalidad, le puso garra y corazón. No quería defraudar a sus fans al que definió como “el mejor del universo”. El show en el Hipódromo de Palermo fue un mix perfecto de los hits de Oasis más su primer trabajo solista. Sonaron “Morning Glory”, del brillante disco de Oasis (What's The Story) Morning Glory? y “Greedy Soul”, “Wall of Glass”, “For What It´s Worth” y “You Better Run”, de su trabajo solista As You Were.
“Quiero dedicar esta canción de Oasis a todos los fans que me esperaron en el hotel” dijo antes de arrancar con “Some Might Say”. Para el final, Liam guardó los himnos de la banda formada en Manchester. Todos cantaron "Supersonic", “Wonderwall” y “Live Forever”. Una buena manera de terminar un set festivalero.
La química entre Liam y sus fans argentinos se mantiene fuerte. Crece con cada una de sus visitas.“A todo la hermosa gente de Argentina, que vino a ver los recitales, quiero decirles que me volaron la cabeza. Los quiero y adoro”, escribió en sus redes sociales post show.
Fuente: La Nacion
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