El músico tenía 58 años. Su deceso se produjo por un temor celebral. Nick Cave lo despidió con un texto emocionante.
Como consecuencia de un tumor cerebral, hace unas horas falleció el australiano Conway Savage, pianista, organista y corista de Nick Cave & The Bad Seeds desde los primeros ’90, con el objetivo de interpretar en vivo lo documentado en el disco The Good Son (1990).
Antes de unirse al grupo de Cave, Savage había formado parte de bandas como Happy Orphans (con Jim White a la batería), los country The Feral Dinosaurs (de nuevo con White) y Dust On The Bible.
Después de The Good Son, participó en casi todos sus discos de estudio de The Bad Seeds. El último en que trabajó fue Push The Sky Away (2013), aunque sólo como corista.
En paralelo, el músico australiano hizo carrera en solitario, o en compañía de otros. En 1998 publicó Soon Will Be Tomorrow a medias con Suzie Higgie, líder de The Falling Joys. Su último álbum de estudio a su nombre fue Wrong Man's Hands (2004).
En su sitio oficial, Nick Cave tuvo palabras emocionadas para su compañero. “Nuestro amado Conway falleció el domingo por la noche. Miembro de Bad Seeds durante casi 30 años, él fue el hilo anárquico que recorrió las actuaciones en vivo de la banda. Era muy querido por todos, miembros de la banda y fanáticos por igual. Irascible, divertido, aterrador, sentimental, cálido, gentil, mordaz, honesto, genuino; era todas estas cosas y, literalmente, ‘tenía el don de una voz dorada’ alto, dulce y empapado en su alma”, escribió el líder.
Luego contó: “En una noche de borrachera, a las cuatro de la mañana, en el bar de un hotel de Colonia, Conway se sentó al piano y cantó Streets of Laredo para nosotros, con su estilo dulce y melancólico, y detuvo el mundo por un momento. No había un ojo seco en la casa. Adiós, Conway, tampoco hay un ojo seco en la casa ahora. Amor, Nick & The Bad Seeds”.
(La Voz)
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